Review: El poder de los lobos inunda de metal la fría noche santiaguina

Nuevamente Ruteros del Rock tuvo la oportunidad de estar en los grandes eventos del metal en Chile. Esta vez con el regreso de los alemanes Powerwolf, a quienes vimos por primera vez en marzo de 2020, junto a Amon Amarth, pocos días antes de la pandemia que nos paralizó por un par de años. Pero el tiempo pasa y ahora llegaron aún más consolidados, con el currículum de protagonizar los festivales de metal más importantes del mundo, junto con presentarnos los temas de su más reciente disco, el exitoso “Wake Up The Wicked” de 2024.

Es lunes 5 de mayo y el lugar escogido para el retorno de Powerwolf fue el Teatro Cariola, uno de los recintos históricos de Santiago Centro, que tantos buenos eventos de música extrema ha recibido en el último tiempo. No importó el frío otoñal para que el público fuese llegando de a poco para ir llenando el recinto (“hasta las masas” como se dice), que tenía también invitados de lujo antes del plato fuerte. Porque los primeros en saltar al escenario fueron los chilenos de Hëiligen, a eso de las 19:15 horas, a quienes ya habíamos visto hace unos días luciéndose en el show de los suecos Ambush (el 1 de mayo en la Sala RBX). Desde que abrieron con la canción “Lights in the Darkness”, de su más reciente EP del mismo nombre, mostraron de qué están hechos.

Hëiligen lleva una década de trayectoria y eso se nota sobre el escenario, con un gran afiatamiento musical y la confianza que les da ya haber sido parte de eventos de alto nivel. Tienen su público fiel y portan la bandera del estandarte del heavy metal con mucha propiedad, lo que se refleja igual en sus pocos pero potentes trabajos discográficos, como el EP “Return to the Battle” y el gran largaduración “Shadows in The Church”. El 2025 está siendo un excelente año para ellos y el futuro se vislumbra aún más promisorio. Actitud, pasión y lo que es más importante, excelentes canciones, permiten que Hëiligen continúe en un franco ascenso. Muy bien por estos músicos.

Después de ese excelente momento de metal chileno, llegaron los primeros invitados internacionales de la noche, Lord Of The Lost, también provenientes de Alemania al igual que Powerwolf. Claro que lo de ellos se aleja del heavy power metal, yendo más por el caudal de los sonidos góticos, con tintes industriales, con notables melodías (bien bailables) y una puesta en escena que los lleva a paso firme dentro del nuevo milenio. Los originarios de Hamburgo pasan por su mejor momento y de eso fuimos testigos privilegiados en el Teatro Cariola, de la mano de temas como el enigmático hit “Loreley”, “Raining Stars” o “Drag Me To Hell”. Fue su segunda visita a Chile y la consagratoria, con un total de 12 temas para enmarcar.

Hasta que llegó la guinda de la torta, el esperado regreso de Powerwolf. Y los lobos salieron con todo al escenario, arrancando con uno de sus temas más nuevos, el potente “Bless’em With the Blade”, canción ganchera que de inmediato motivó al público que repletó el Teatro Cariola. De ahí todo siguió bien arriba en cuanto a energía y entrega por parte de la banda, haciendo un recorrido por lo mejor de sus discos como “Blood of the Saints” (2011), “Blessed & Possessed” (2015) o “The Sacrament of Sin” (2018). Uno de los puntos altos fue casi al primer cuarto de hora, cuando estalló el clásico “Army of The Night” (la tercera canción de su setlis), para muchos el gran hit de la carrera de Powerwolf.

Todos los músicos realizan un enorme despliegue y muestran mucha conexión con el público, especialmente el vocalista Attila Dorn. Y el que se roba siempre la película es el inquieto Falk Maria Schlegel, tecladista de la banda que se mueve por todo el escenario haciendo su propio show al respetable. La escenografía de Powerwolf también fue digna de destacar, dando ese ambiente oscuro y medieval que posee su música. Esto da cuenta de que se fijan en cada detalle para ofrecer un tremendo espectáculo. Y lo llenísimo que estuvo el Teatro Cariola también otorga un enorme plus al evento, con la gente que se mantuvo hiperactiva hasta el último tema “Werewolves of Armenia”.

En general, lo que se ofrece Powerwolf es un show muy de estadio, cargado de energía, coros gancheros, melodías pegajosas, puesta en escena de lujo y un feedback único, que tiene a sus fans siempre cantando y saltando. Ya son una banda grande dentro del espectro internacional y en Chile poseen una fanaticada creciente, que seguramente volvió muy feliz a casa después de este impresionante show que vivimos la noche del 5 de mayo. El poder de los lobos y sus aullidos envolventes retumbaron por todo Santiago. Excelente jornada. Otro tremendo acierto de Chargola Producciones.

FOTOS: Rubén Gárate (@brutal_pebre_)

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